El maestro Giulio Menossi, durante el confinamiento al que nos obliga la pandemia de COVID-19, nos cuenta en pocas líneas su recorrido de más de 45 años con el mosaico. Un toque de buen humor en sus primeras obras, nos roba sonrisas.
“Siempre he tratado de hacer algo diferente de lo que era el mosaico de moda en ese momento.
Siempre he tratado de experimentar sin olvidar las enseñanzas clásicas, no he buscado maravillar al público con la inserción de improbables materiales casuales, sino que siempre he buscado experimentar para dejar una marca; no experimentos a kilogramos, más bien una experimentación lenta, constante, contínua para dejar una huella, para explorar hasta el final un camino.
Creo que esto es sobre todo lo que hace a mis mosaicos diferentes: quién quiere, quién sabe leer, descubre un camino lineal, descubre los cambios lentos y ve un camino, una idea que toma forma. Un sueño. Ve una larga e ininterrumpida historia. Sin improvisación.
En este camino, para algunos diferente e innovador, por ejemplo en los años 70 / 80 el mosaico minimalista hecho de pequeñas teselas, casi a rayas como un código de barras. Después en los años 80/90, el período de mosaico decorativo, cuando nadie o casi nadie pensaba el mosaico como decoración; un día este mosaico encontró la forma en que siempre había buscado e imaginado.
En los años 2000 nació el mosaico dinámico y hoy estoy aquí, porque el mosaico dinámico está en una evolución contínua, hecha de detalles, a veces de pequeños cambios y siempre con una forma de aparecer, los colores que mutan, cambian, que se mezclan, siempre para ir más allá de lo ya visto.”
¡¡Muchas gracias maestro por compartir sus pasos en el mosaico.!!
Ph y texto gentileza Giulio Menossi
Edición y traducción: Analía Pelaia/Vanesa Galizia