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Historia del Mosaico

[Historia] FACCHINA: Pionero del Mosaico Moderno – 1° parte

Queridos colegas, en esta primera entrega, quiero contarles la historia del artista del mosaico a quien le debemos la creación de la técnica que hoy nos permite realizar una obra en la comodidad de nuestro taller para luego instalarla en su ubicación definitiva. ¿De quién les hablaré? De Giandomenico Facchina.

Giandomenico nació en 1826, en Sequals, un pequeño pueblo de la región italiana Friuli Venezia Giulia.
Desde muy joven se trasladó a Trieste, donde durante el día trabajaba de camarero y por las noches asistía a la Escuela de diseño.

Sus inicios

Giandomenico Facchina 

A los 17 años, participó en la restauración de los mosaicos de la Catedral de San Giusto. Fue un impacto decisivo, que marcaría el destino de su arte y del arte musivo. Poco después, estuvo ocupado restaurando los mosaicos de San Marcos en Venecia, luego el pavimento de la Basílica de Aquileia y finalmente en Villa Vicentina, en el palacio de la princesa Baciocchi. Aquí se enteró del descubrimiento de antiguos mosaicos romanos en la Provenza y fue allí aprovechando la oportunidad.

En 1847 estuvo en Montpellier, donde realizó sus primeras restauraciones utilizando una técnica innovadora, que consistía en extraer las teselas después de pegarlas en papel o gasa, y luego reubicarlas a su posición original. Otras intervenciones similares siguieron en Numes, Lillebonne, Narbonne, Lescar y Béziers, lo que despertó la admiración de los supervisores.

Este procedimiento fue presentado astutamente por él,  en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial, obteniendo la patente  del gobierno francés No 36416 el 23 de marzo de 1858, cabe aclarar que esta técnica ya era practicada por expertos en mosaicos venecianos.

Crecimiento

En 1852 abrió en Béziers un taller de mosaico donde desarrolló una nueva técnica derivada de la anterior, el que hoy conocemos como método inverso.

Las ventajas prácticas y económicas del nuevo método redujeron considerablemente el tiempo de instalación y el costo del mosaico, como resultado, la demanda de trabajos de mosaico aumentó.

 En 1860 se trasladó a París y en 1867 participó en la Feria Mundial, donde conoció al arquitecto Charles Garnier, quien le confiaría la impresionante decoración de la Ópera.

Esta obra apareció en todo su esplendor el 5 de enero de 1875, el día de la inauguración del teatro. Fue un éxito increíble, lo que aumentó su fama aún más.

Encontrá la segunda parte de este interesante artículo aquí : [Historia] FACCHINA, Pionero del Mosaico Moderno – 2° parte

Texto: Analía Pelaia – Edición: Vanesa Galizia

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