Guillermina es una referente indudable del mosaico artístico. Sus soportes diáfanos, etéreos y livianos llenos de dinamismo nos invitan a incursionar nuevos caminos de una técnica que sorprende por su versatilidad y belleza.

Con su particular calidez nos cuenta sobre su trayectoria, influencias y experiencias de más de una década en esta maravillosa disciplina.

¿Cómo empezó tu aventura con el mosaico?

Mis primeros pasos dentro de este maravilloso mundo del mosaico comenzaron en el año 2010, cuando nos trasladamos con mi marido por tres años a Río de Janeiro, Brasil. Comencé tomando clases en un Taller muy cerca de mi casa y a partir de allí no paré más! Inicié un mundo nuevo! Durante el comienzo, realizaba objetos decorativos, aprendí diversas técnicas y exploré una diversidad increíble de materiales. Cuando volvimos a Argentina nos instalamos en San Pedro (Bs. As), ciudad natal; y comencé a tomar cursos con diversos artistas nacionales e internacionales.

Tenía  muy claro que deseaba iniciar un camino profesional, tener la posibilidad de participar en exposiciones, realmente quería continuar formándome y crecer en mi carrera. Mientras tomaba clases con Fernando Bekir, le comenté mis intenciones y él supo guiar mi motivación. Me comentó acerca de la existencia de “Llamados de artistas” donde podías participar con una obra en exposiciones y concursos internacionales.

En el 2015 me presente a la convocatoria del Institute of Mosaic Art (IMA), Berkeley (California), bajo la temática del agua “Water, water Anywhere” con una obra que titulé Rain Drops que fue seleccionada. Y ese hito fue el puntapié  al camino que aún hoy continúo recorriendo.

En el 2016 participe con mi obra “El Inca” en la Exposición “Textiles & Tesserae” del Institute of Mosaic Art (IMA) y con mi obra “Supernova” en la exposición “Stories We Tell” convocada por The Gallery of Contemporary Mosaics Art, Chicago.

Y continúo participando hasta la actualidad en diversas exposiciones a nivel nacional (Esquel, La Plata, Buenos Aires, Ciudad de Córdoba, Río Cuarto entre otras ciudades) e internacional (Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Uruguay).

Todo ello tuvo que abrirte a un nuevo mundo ¿verdad?

¡Totalmente! Todas estas experiencias me abrieron nuevas posibilidades. Aprendí muchísimo, desde cómo enviar obras al exterior, aspectos legales, tiempos de envío, tipo de embalaje, conocer a otros artistas con sus técnicas y materiales utilizados, hasta fue un punto de inflexión sobre como seguir trabajando.

Si quería continuar exponiendo en el exterior no podía trabajar con soportes muy frágiles o pesados. Eso me llevo a una búsqueda sobre soportes más livianos, que generó por supuesto, nuevos desafíos.

Seguí capacitándome permanentemente, y hasta hoy en día continúo haciéndolo. Me gradué en Licenciatura en Economía y Administración Agraria (U.B.A), hice un año de Arquitectura (U.B.A), tuve la posibilidad de formarme con Maestros como Giulio Menossi en Buenos Aires e Iliya Yliev en Bulgaria. Me capacité en New York con Angele Hanansen, allí tomé contacto por primera vez con la martellina y el Tagliolo, herramienta que me apasiona y utilizo en todos mis trabajos.

En 2017, participé en el “Secondo Simposio Internazionale de Mosaico Contemporáneo”, Cerdeña (Italia) bajo la dirección artística de  Giulio Menossi.

¡Aquella experiencia fue muy significativa y enriquecedora! Participé con muchas artistas extraordinarias como Mia Tavonatti, Olga Goulandris, Vanessa Rivera, Angela Zimek, Yumie Wakatsuki, Julie Richey, Julie Dilling entre otras. Resultó una experiencia única.  Pude observar a cada artista y la variedad de formas de abordar con diversos soportes, materiales, andamentos. Fue muy intenso… fueron muchas horas de dedicación pero con un resultado magnífico, fue muy grato compartir momentos inolvidables acompañada un grupo de personas increíbles.

Agradezco muchísimo la oportunidad que me dio Giulio, realmente fue muy importante en lo personal y para mi carrera por supuesto.

Una experiencia maravillosa trabajar con Giulio Menossi

¡Por supuesto! Con él aprendí y sigo aprendiendo muchísimo! Él es un referente muy importante para mí…

Algo que siempre recuerdo fue una experiencia relacionada al proceso de trabajo. Antes del Simposio teníamos que presentar un proyecto. Yo presente el mío con su boceto correspondiente. En función de lo presentado, Giulio me sugirió que hiciera una pequeña maqueta en madera y que luego la interviniera ya planificando donde iba a ubicar algunos elementos, pensando en las direcciones del andamento, etc.… y así, paso a paso, fui realizando todos las etapas de lo que fue mi obra “Ichnusa”. Cuando llegué al Simposio ya no tenía prácticamente preguntas… toda la experiencia previa de planificar, de hacer el boceto, de elegir la paleta de colores, de definir ciertos puntos… me ayudó mucho a trabajar perfectamente en el Simposio.

Ese año fue intenso, muy enriquecedor. En octubre del 2017 viaje a Bulgaria y continué con mi formación con el gran Maestro: Iliya Iliev, un artista y referente excepcional.

¿Cómo definirías tu estilo?

Durante el año pasado,  fui revisando mi trayectoria en el mosaico y fue sorprendente ver un hilo conductor en mi desarrollo… siempre estuvo presente lo orgánico que marca mi relación con la naturaleza y los soportes que son la estructura del trabajo muy asociado a la arquitectura. Esas son evidentemente mis influencias, mis inspiraciones.

En cuanto a mi estilo es básicamente orgánico; actualmente estoy trabajando con soportes más etéreos buscando que la luz tenga un protagonismo significativo. Estoy trabajando con piedras y elementos de la zona donde actualmente resido (Villa General  Belgrano, Córdoba). Estoy trabajando en un nuevo abordaje más “despojado”, una forma de sentirme más liviana… trabajando con una paleta más reducida, con menos información. Con menos se puede hacer algo maravilloso. Hasta hace un tiempo, la tela estaba presente en mis soportes, el hilo en mis andamentos que funcionaba como un hilo conductor. Y hoy, ese hilo, observo que se traslada en mi soporte como se puede observar en mi última obra “Oculto”, exhibida de forma virtual en el Primer Simposio Internacional de Mosaico en Turquía.

Y eso que describís ¿puede tener que ver con correlatos internos de tu propia experiencia personal?

Posiblemente… a lo largo de la vida, uno transita por diversas experiencias, una de las cuales vivida en Brasil. Sumado a una necesidad personal de ir despojándome para quedarme con lo esencial. Para mí, mi familia, mis amigos, la naturaleza de la mano del mosaico, son lo más importante… ¿Qué más se puede pedir? No necesito mucho más…

¿Y como ha ido este año, tan particular, con los cursos?

En ese aspecto ha sido un año muy bueno. Lo virtual abrió nuevas posibilidades, no sólo por los Talleres sino también por la oportunidad de poder conocer personas increíbles de Argentina y el resto del mundo. He podido establecer excelentes vínculos ¡Tengo el corazón completo!

En cuanto a la formación, en mis cursos hago hincapié en que el alumno encuentre nuevos límites y formas de abordaje. Intento que desarrolle y potencie su propio estilo. Busco que se involucre en el desarrollo de sus propios recursos, que potencie su propia escritura, que enriquezca su andamento, que resuene con el material que trabaja y que intente correrse de su zona de confort para explorar nuevas posibilidades. Y viendo los resultados de los trabajos creo que los objetivos se han cumplido más que satisfactoriamente.

Ahora estoy trabajando en una propuesta para el Taller relacionado con las tramas, los tejidos… para darle un abordaje en lo textil y también, ejercicios relacionados con nuevas búsquedas de soportes, materiales y la luz.

¿Proyectos inmediatos?

Además de los cursos personalmente estoy trabajando en una obra privada, que será todo un desafío. Continúo trabajando en varios conceptos relacionados con el soporte, color, la luz, lo etéreo y lo “despojado”.

¿Tus referentes?

Felizmente, hay muchos artistas extraordinarios… pero puedo nombrar grandes referentes del Mosaico como lo son Giulio Menossi, Iliya Iliev, Dino Mancini, Beatrice Serre.

¿Cómo ves el panorama actual del mosaico en Argentina?

Observo un gran crecimiento, desarrollo y capacitación. La virtualidad ha permitido tener acceso a diversos tipos de cursos y talleres. Puedo contemplar nuevas búsquedas relacionadas a los materiales, formas de expresarse muy enriquecidas, una apertura muy legítima porque hay propuestas muy diversas, algunas muy diferentes entre sí.

La formación es muy necesaria pero también considero que es saludable detenerse, tomarse un tiempo e incorporar todo lo aprendido. Desde mi punto de vista, es un largo camino, un recorrido que debe disfrutarse paso a paso, darse lugar para jugar, explorar y sobre todo, sentir la pasión por este arte tan maravilloso.

Para finalizar, qué podrías resaltar acerca del Simposio Virtual Internacional de Mosaico en Turquía en el cual participaste?

La experiencia fue muy enriquecedora! En lo personal, fue muy gratificante haber sido invitada para participar junto a grandes artistas nacionales e internacionales.

Realizamos una obra que implicaba un plazo y temática determinada, muy interesante por cierto!. Lo sorprendente fue poder observar la gran diversidad de trabajos resultado de distintos abordajes que implicaron desde soportes diferentes, materiales,  andamentos, recursos entre otros.

Realmente, fue un placer inmenso tener esta oportunidad, agradezco la gran organización de Neriman Guzel y la dirección artística de Giulio Menossi. Esperemos que se cumpla el sueño de poder conocer personalmente a todas las artistas y que se pueda realizar de manera presencial este evento.

¡¡Muchísimas gracias Guillermina!!

GALERIA de OBRAS de GUILLERMINA GÓMEZ

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Entrevista realizada por Ana Lía Dellacasa para Mosaicos.Site – Edición Vanesa Galizia
PH. Gentileza Guillermina Gómez