Participar en el I International Mosaic Simposium in Turkey fue, sin duda alguna, la experiencia más significativa que he tenido desde que comencé a trabajar y estudiar este maravilloso oficio del mosaico. Ha sido un antes y un después porque me ha dado la posibilidad de romper límites en el proceso de esta disciplina.

Durante años me encontré con la dificultad de “terminar” los trabajos en tiempo y forma, o de abandonar proyectos por encandilarme con otros más novedosos o bien, de improvisar al comenzar una obra y terminar abandonándola por no saber como continuarla.

Ser seleccionada para participar del Simposio, bajo la dirección de Giulio Menossi y la coordinación de Neriman Güzel, fue un desafío que me puso en situación encarar el trabajo desde un lugar y actitud diferente. No podía arriesgarme a no llegar en el tiempo estipulado, a no mandar las fotos de los avances cada dos días, a quedarme en blanco en la mitad de la obra.

Comencé estudiando el tema del Simposio, que aunque no me era desconocido, sentía que debía profundizarlo todo lo posible. Busqué bibliografía, imágenes, videos; incluso hablé con amigos que habían conocido el lugar. Comencé a divagar sobre el boceto y a seleccionar en mi cabeza, por descarte, las distintas representaciones que iban surgiendo. Cuando encontré encaje con la imagen final, dibujé el boceto a tamaño real y sumergí las manos en arcilla para comenzar a moldear la imagen de la serpiente. Comencé a seleccionar el material y lo distribuí a lo largo de la mesa de trabajo para poder visualizarlo en todo momento. Armé un calendario, en la pizarra del taller, organizando día por día cuanto debía avanzar para llegar al objetivo y por ultimo, anoté en mi libreta todos los pasos, materiales y herramientas que debía tener en cuenta a lo largo del trabajo para que nada quedará al azar, ni sujeto al accidente.

Fueron 15 días de trabajo intenso en jornadas de hasta 10 horas. Nada ocupó mi cabeza más que el proceso diario de la obra. Ni la duda, ni el temor a que saliera mal o a no terminar pudieron sacarme de la concentración y entrega que experimenté durante esos días.

Al terminar experimenté la satisfacción de haber dado, en esa obra, lo mejor que mi. Tuve la certeza de haber trabajado de un modo nuevo, de haber avanzado en el oficio y que ese salto en la calidad del trabajo me abría nuevas y desafiantes posibilidades a futuro.

Ana Lía Dellacasa

 

VIDEO PRESENTACIÓN DE LA OBRA